SOUTH STACK -Caergybi-

Observa la inmensidad oceánica; déjate seducir por su calma majestuosidad infinita. Recorre la superficie de las aguas sin esperar poder delimitar un horizonte; simplemente (re)descubre el placer de sentir cercano el sabor de las aguas eternas. Estas piedras que te sustentan se detuvieron en estre preciso lugar antes de que el timepo tuviese sentido con la única esperanza de ver el amanecer acariciando los rescoldos del atardecer. Al albur de estos vientos, puede descubrirse la belleza eterna, la más simple, en un beso en la mejilla. En un enredar los dedos acariciando tu cabello hay tanta sabiduría, el grimorio esencial del universo, como en los rizos profundos de las olas. Inspira hasta lo más hondo los cambios de tonalidad de los azules de la mar océana; como los dibujos de las sombras de la noche en tu piel. En ese refugio pétreo, como unas pálpebras entre la salada yerba, podríamos cultivar un siempre danzante fuego para arrullarnos en las noches en las que no albirásemos la luna que siempre se espera para llegarnos. Cogidos de la mano, sonriendo a las estrellas, éste sería el único lugar donde Juliet and her Romeo podrían estar. Los cantos de las aves, resuenan entre las interminables historias que narran las montanyas de roca contada. Desde las aguas ascienden las caricias que quiebran el sonido, al igual que un beso, aprisionando los labios, despierta la manyana eterna; convirtiendo la existencia en un tapiz azul, profundo, eterno, en un movimiento konstante, como el arrullo de una cuna, hacia el látido único del corazón.