I mentre ho feia he recordat un escrit meu de fa uns anyets intitulat LUCÍA, i he pensat que era una bona ocasió per recuperar-ho i mostrar-vos-ho.
LUCÍA
Estaba recordando
sentado en la terraza,
con un espejo a los pies,
y al encender el cigarrillo,
sí, desde que te fuiste
he vuelto a fumar,
pero sólo en las noches tristes
repletas de luna llena,
me he sentido como una carta,
como una nota de despedida,
como una epístola
de confesiones amorosas fraudulentas,
sintiendo que imagino
un anillo de chocolate en tus labios,
acaricio las flores
como si retirase mechones de tu cabello
de tu rostro iluminado
por los primeros rayos de luz
en la mañana que nos conocimos
tras una noche de amor,
un trago frío de vítrea vida
tal que un viaje en metro
hacia los mapas
que dibujaste en las arenas del reloj,
con los ojos vendados
para ver la luna llena
pero tus lágrimas me arañan mis ojos,
la tierra húmeda
me inunda,
un helado de tus frutas
en la ducha tras la playa
en tus orillas
ribeteadas de trenes,
las olas salpican mis manos
que te recuerdan
pintando tu cuerpo
con los zumos de las palabras,
una batalla de honor
en campo ajeno
con los aliados
abandonándose a la razón
de los sentimientos,
sé mi isla mareada,
pero sólo nos convertimos
en susurros de ventanas,
abrazados en el quicio,
desnudados de ti y de mí,
anclas en un libro de poemas
mecidas por el viento de los sueños,
como carmín robado
de los paseos,
un mordisco en los labios
cuando atardece en los parques
y los cuentos dejan de esconderse
de las sombras
con una sonrisa robada
al sexo de medianoche
en la semioscuridad,
abrid los balcones
y robemos historias
a nuestra piel,
añorábamos las miradas
del mar
danzando en los susurros del amor,
brillaron tus manos
y pareció que iba a llover
y se mojaron los sueños,
los olores de la luna
cerraron tus párpados
como un beso en la base del cuello,
una sonrisa iluminada
y un abrazo de permanencia
en el horizonte
entre la sangre y el mar
como el sol de tus mañanas
en los jardines
de la transparencia,
el dormir entre ruinas de arena
en una palabra sin voz
bajo la luz de la luna
del último faro
en un baño
entre las nubes de la luna,
el camino
es una canción
salpicada
de los cuadros de las lágrimas,
ahora el espejo se empaña,
hay un abrazo
en el viento que nos recuerda,
las luces se apagan;
pero sigo aquí.
recordando...
BCN 13-14/V/2005
Natxo Barrau Salguero
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